Hace sólo unos años la situación de Facebook era arriesgada. El lanzamiento público de acciones de la compañía no tuvo la acogida que se esperaba y parecía que su estrategia en móviles no iba en la dirección adecuada. Incluso se extendieron los rumores acerca de que Mark Zuckerberg no estaba preparado, ni hecho, para ser el CEO de una compañía de tal calibre...El paso de los años ha demostrado que, finalmente, todo aquello no era más que un peldaño más de la escalera hacia el éxito de Facebook.Actualmente, la compañía comandada por Mark Zuckerbrg es una de las más valiosas del mundo, con una capitalización de mercado de más de 300 billones de dólares.
La renovación constante ha sido una de las claves del éxito de Facebook. Más que estar a la vanguardia, Zuckerberg ha sabido atrapar la vanguardia y de esta forma se ha hecho con todo un imperio comprando empresas innovadoras como Instagram, WhatsApp y, la última, la empresa de realidad virtual Oculus.
De todos estos años llenos de operaciones empresariales de todo tipo, más y menos arriesgadas y más o menos exitosas, podemos extraer varias lecciones. En esta fotogalería te las contamos a través de los comentarios de varios empresarios fundadores exitosos.
Lección 1: separar los negocios de la amistad. Esto no es sencillo, especialmente porque cuando creas una empresa, tiendes a estar muy cerca del equipo. Aún así, el fundador/CEO tiene que comprender que su objetivo es centrarse en las perspectivas a largo plazo de la compañía. El fundador y CEO de Scalus, Koh Goldstein, cree que Zuckerberg supo hacerlo.
"Zuckerberg se quitó del medio rápidamente a los co-fundadores cuando sintió que no añadían ningún valor a Facebook. Lo que hace que un equipo sea tan bueno en las primeras etapas –la agilidad y responsabilidad- es precisamente lo que puede destrozar las escalas de negocio. Cuando los fundadores se convierten en microgerentes que minan al resto del equipo, pueden impedir que una compañía crezca y llegue al siguiente nivel".
Lección 2: moverse rápido y ser rompedor. Sí, esta lección es popular, especialmente desde el fracaso de la salida de acciones pública de Facebook, pero la filosofía que encierra es sólida. El fundador y CEO de Metric Insights, Marius Moscovici, asegura que esto define la forma de actuar de Zuckerberg.
"Estas cinco sencillas palabras encarnan perfectamente la filosofía única que hizo que Facebook creciera e innovara simultáneamente a un nivel sin precedentes. Mientras que la mayoría de las empresas luchan para preservar elstatus quo actual que fue la base de su éxito inicial, Zuckerberg abrazó la idea de que ser rompedor es esencial para la transformación en curso. Esto funcionó de maravilla para Facebook cuando se hizo evidente que el nicho mobile era esencial para su futuro. En sólo dos años, dio un giro completo a móvil y convirtió esta área en el centro del crecimiento de Facebook".
Lección 3: el truco no es sumar, sino simplificar. Se trata de una especie de visión del mundo como la de Steve Jobs. Sin embargo, es interesante observar cómo a menudo existe la tentación irresistible para los fundadores de seguir sumando cosas a un solo producto. Cuando se construye un producto es importante añadir sólo las cosas que necesarias para un usuario bien definido. Convertir el producto en una complicada cabina de avión con muchas funciones desmerece lo mejor y puede, en el peor de los casos, matar al producto.
Christian Turlica, fundador y CEO de UP Social, pone un ejemplo sobre esto en la carrera de Zuckerberg, sobre cómo ha sabido prescindir de los ornamentos. "¿Recuerdan houseSYSTEM? Fue realmente el competidor inicial de Facebook en Harvard. Greenspan, su fundador, quería trabajar en conjunto con Zuckerberg, pero, según él, Zuckerberg le respondió: "es demasiado útil, hace demasiadas cosas".
Lección 4: pensar en grande, empezar pequeño. Los inversores siempre quieren ir a lo grande, pero esto al principio puede matar a la empresa rápidamente. Matt Chasen, fundador y CEO de uShip, considera que Zuckerberg supo resistirse a los delirios de grandeza. "Zuck lanzó Facebook con un target pequeño y localizable: estudiantes universitarios. Se expandió más allá de sus primeros usuarios cuando alcanzó cierto nivel y se abrió ampliamente. Fue una decisión polémica y crítica convertir Facebook en la plataforma que es hoy siguiendo la filosofía de "pensar en grande, empezar pequeño. Conseguir tracción con un grupo de early adopters y luego expandirse".
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