Forbes en español reúne algunos de los valores que hacen falta para llegar a ser un buen líder corporativo:
1. Honestidad
La transparencia tiene un gran valor en cualquier persona, pero adquiere una dimensión aún mayor cuando hablamos de liderazgo empresarial. La única manera de lograr que un equipo trabaje con ganas y en la misma dirección, un CEO debe ser claro y honesto de forma que sus acciones sean consecuentes con sus palabras.
La transparencia tiene un gran valor en cualquier persona, pero adquiere una dimensión aún mayor cuando hablamos de liderazgo empresarial. La única manera de lograr que un equipo trabaje con ganas y en la misma dirección, un CEO debe ser claro y honesto de forma que sus acciones sean consecuentes con sus palabras.
2. Capacidad de motivar a otros
Para que un proyecto o una compañía salga adelante y marque la diferencia no es suficiente con que el CEO de la empresa crea en él. El primer paso es que el equipo al completo entienda qué está haciendo, esté motivado y crea realmente en el valor añadido que supone para la compañía o los clientes.
Para que un proyecto o una compañía salga adelante y marque la diferencia no es suficiente con que el CEO de la empresa crea en él. El primer paso es que el equipo al completo entienda qué está haciendo, esté motivado y crea realmente en el valor añadido que supone para la compañía o los clientes.
3. Ser un buen comunicador
No hay liderazgo sin buenas habilidades comunicativas. Un CEO puede tener ideas brillantes, pero si no sabe comunicarlas y transmitirlas en las reuniones, conversaciones o llamadas, éstas pierden gran parte de su valor.
No hay liderazgo sin buenas habilidades comunicativas. Un CEO puede tener ideas brillantes, pero si no sabe comunicarlas y transmitirlas en las reuniones, conversaciones o llamadas, éstas pierden gran parte de su valor.
4. Espíritu de equipo
Un CEO debe ser consciente de que, por muy bueno y que sea, ninguna operación la cierra él solo. Se dice que un buen jefe es aquel capaz de lograr que personas corrientes tengan rendimientos extraordinarios. Un CEO no es nada sin su equipo, y lo sabe, y por ello se esfuerza por trabajar de manera coordinada con supervisores y subordinados con el fin de alcanzar las metas colectivas.
Un CEO debe ser consciente de que, por muy bueno y que sea, ninguna operación la cierra él solo. Se dice que un buen jefe es aquel capaz de lograr que personas corrientes tengan rendimientos extraordinarios. Un CEO no es nada sin su equipo, y lo sabe, y por ello se esfuerza por trabajar de manera coordinada con supervisores y subordinados con el fin de alcanzar las metas colectivas.
5. Perspectiva a largo plazo
La visión de futuro es un rasgo esencial que debe caracterizar a todo buen CEO. Cuando uno está inmerso en la rutina y en los pequeños proyectos diarios es fácil perder la perspectiva a largo plazo y olvidar cuál es la verdadera meta, y ese es un lujo que ningún líder que se precie puede permitirse.
La visión de futuro es un rasgo esencial que debe caracterizar a todo buen CEO. Cuando uno está inmerso en la rutina y en los pequeños proyectos diarios es fácil perder la perspectiva a largo plazo y olvidar cuál es la verdadera meta, y ese es un lujo que ningún líder que se precie puede permitirse.
6. Enfoque al cliente
Un buen CEO debe ser consciente de que el centro de todo es el cliente. Debe tener la empatía suficiente para analizar y comprender el pensamiento, hábitos y comportamiento de sus clientes potenciales, y actuar orientado al servicio en todo momento.
Un buen CEO debe ser consciente de que el centro de todo es el cliente. Debe tener la empatía suficiente para analizar y comprender el pensamiento, hábitos y comportamiento de sus clientes potenciales, y actuar orientado al servicio en todo momento.
7. Pasión
Esta tercera característica debería estar escrita en mayúsculas. La pasión debe ser el motor de cada movimiento de un CEO; no existe otra forma de afrontar un trabajo tan exigente con entusiasmo y optimismo.
Esta tercera característica debería estar escrita en mayúsculas. La pasión debe ser el motor de cada movimiento de un CEO; no existe otra forma de afrontar un trabajo tan exigente con entusiasmo y optimismo.
8. Sentido de la responsabilidad
El respeto por los plazos debe ser sagrado para cualquier CEO. El compromiso con la compañía debe ser absoluto, y tan capaz de responsabilizarse de los fallos cometidos como de celebrar los éxitos. Una persona que tiende a echar la culpa a los demás nunca podrá ser un buen CEO.
El respeto por los plazos debe ser sagrado para cualquier CEO. El compromiso con la compañía debe ser absoluto, y tan capaz de responsabilizarse de los fallos cometidos como de celebrar los éxitos. Una persona que tiende a echar la culpa a los demás nunca podrá ser un buen CEO.
9. Espíritu emprendedor
Más allá de las siglas, un CEO es ante todo un líder y, como tal, debe estar pensando constantemente en nuevos enfoques y soluciones originales. Ser creativo e innovador es fundamental para perfeccionar los sistemas y mejorar la productividad, la eficiencia y la cultura de la empresa.
Más allá de las siglas, un CEO es ante todo un líder y, como tal, debe estar pensando constantemente en nuevos enfoques y soluciones originales. Ser creativo e innovador es fundamental para perfeccionar los sistemas y mejorar la productividad, la eficiencia y la cultura de la empresa.
10. Curiosidad natural
Un buen CEO es una persona con sed de conocimiento, que no se conforma ni cree que lo sabe todo, sino que siempre está ávido de saber más.
Un buen CEO es una persona con sed de conocimiento, que no se conforma ni cree que lo sabe todo, sino que siempre está ávido de saber más.
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