¿Has tenido días que parecen de ensueño donde todo sale bien y te vas a la cama como un campeón? Es muy fácil mantenerse positivo y fuerte en esos momentos porque todo va bien ¿verdad?
La cosa es muy diferente cuando es lo contrario. Es posible que también hayas tenido esos días cuando sientes que das lo mejor de ti y todo parece ir mal pues no te contestan el teléfono, el email y no atienden tu visita.
En días así, es posible que te preguntes ¿realmente sirvo para vender? ¿Estaré en la profesión adecuada?
Bueno, pues hay tres formas que te pueden ayudar a predecir tu futuro enventas, incluso en esos días “grises” que son los que de verdad te ponen a prueba.
1. Control. La naturaleza no es lineal, la vida no es lineal, tú no eres lineal o ¿acaso te despiertas todos los días exactamente con la misma emoción? ¿La misma energía?
Aunque creo en una vida integral, lo cierto es que si no tienes control de tus emociones entonces son éstas las que tienen el control sobre ti y cuando las emociones están disparadas la lógica está ahogada; en esos momentos es probable que digas o hagas cosas que después quieras cambiar.
En esta hermosa profesión tienes días excelentes y días que son de lecciones, así que pregúntate ¿mis emociones me controlan o yo controlo mis emociones? Sé honesto y si no estás llegando a donde quieres, sé consciente de que puedes cambiar eso.
2. Experiencia. Hay dos formas de ver las ventas, primero como el destino y segundo como un suceso creado por uno mismo. La forma en que realmente lo ves queda demostrada después de cada situación porque las cosas que te dices y que haces son las que te impulsarán o te hundirán.
Por ejemplo, si has tenido un día de “No” puedes hacer dos cosas, primero irte a la cama a dormir pensando que mañana será otro día, o segundo puedes sentarte a extraer una lección de las palabras que utilizaste, la forma en que te respondieron y lo siguiente que vas a hacer.
3. Acción. Hacer lo que hay que hacer es imprescindible para tener éxito en cualquier profesión pero en ventas si no te mueves no comes.
Entonces, si estás dispuesto a cuestionar tus propias emociones y tienes el coraje para cambiarlas y modificar el recorrido y exigirte ti mismo seguir adelante puedes estar seguro de que vas a llegar donde quieres.
Hay un viejo dicho que dice:
“Es mejor una estrategia eficaz hoy... que una perfecta mañana”.
Lo mejor de todo es que depende de ti, de lo que hagas hoy y de donde quieres estar mañana.
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